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Información para pacientes

Cancer de riñon

Esta información ha sido elaborada por el grupo de Educación para la Salud de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Pretende que los pacientes conozcan mejor sus enfermedades.

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1. ¿Qué es el cáncer renal?                                     

El cancer renal es la lesión sólida más frecuente en el riñón, con una incidencia que está aumentando en los últimos años. Se trata de una alteración en la forma, el tamaño y/o la función de las células que componen el riñón. Estas células tienden a dividirse de manera descontrolada, afectando en primera instancia a los pequeñísimos conductos (túbulos) del tejido renal y a otros órganos en estadíos más avanzados. No obstante, la aparición de metástasis es rara en esta enfermedad. El tipo más frecuente es el adenocarcinoma de células claras. No se conoce con exactitud su causa, aunque es más frecuente en varones de entre 50 y 70 años. Además se ha relacionado con enfermedades hereditarias como la poliquistosis renal o el síndrome de Von-Hippel-Lindau, entre otras.

2. ¿Qué podría haber hecho para no tenerlo, y qué debo decir a familiares o amigos para que no lo padezcan?

Como se ha mencionado en el anterior apartado, no se conoce con exactitud cuál es la causa de la enfermedad. Sin embargo, se han encontrado diversos factores de riesgo que pueden favorecer su desarrollo. Entre ellos destaca el tabaquismo, la obesidad y la hipertensión. Es por ello crucial el cese del hábito tabáquico, el mantenimiento de una dieta mediterránea equilibrada con una ingesta calórica adecuada a su edad y actividad física y la realización de ejercicio cardiovascular regular (30 minutos diarios). Ello no simplemente ayuda a prevenir el desarrollo de ésta y otras neoplasias, sino que reduce el riesgo de padecer enfermedades como diabetes mellitus, ictus o infartos de miocardio entre otras.

El cáncer renal es, a menudo, asintomático. Esto es, supone en la mayoría de ocasiones un hallazgo incidental en una prueba de imagen. No obstante, la aparición de síntomas como dolor abdominal, sangre en la orina o el hallazgo de una masa a nivel de abdomen; pueden orientar a su diagnóstico. Es importante consultar a su médico de Atención Primaria ante estos hallazgos e incluso ante el desarrollo de cansancio, pérdida de peso, dolor lumbar bajo u otros síntomas de reciente aparición.

Por último, evitar la exposición en el ámbito laboral a sustancias dañinas como cadmio y solventes orgánicos podría reducir su riesgo de cáncer de células renales. Conozca si está sometido a alguna exposición en su puesto de trabajo y póngalo en conocimiento de su médico.

3. Me han diagnosticado la enfermedad, ¿Qué puedo hacer ahora para mejorarme?

Por descontado, adoptar las medidas propuestas en el anterior apartado.

Es vital que siga las indicaciones de los especialistas encargados de la enfermedad (urólogos, oncólogos…) que valorarán de forma conjunta el mejor tratamiento a realizar. Estas opciones consisten en cirugía, quimioterapia, inmunoterapia, terapia hormonal  y/o radioterapia; o una combinación de estas. La cirugía constituye el tratamiento más importante, considerándose el pilar del tratamiento curativo.

Es de gran importancia cumplir con los regímenes de quimioterapia o inmunoterapia (en caso de que estos sean propuestos por el oncólogo), así como radioterapia ya que han demostrado eficacia para el tratamiento del cáncer de riñón. El abandono de estas terapias conlleva un riesgo de progresión tumoral que podría ensombrecer el pronóstico. Asegúrese de que su médico le explica los efectos secundarios esperables de la medicación y pregunte todas las dudas que le surjan respecto a la enfermedad y el tratamiento.

En caso de que reciba quimioterapia o inmunoterapia es aconsejable realizar un chequeo dental y asegurarse de mantener una higiene bucal correcta. Lleve una dieta equilibrada (salvo contraidicación médica) e intente repartir las comidas en pequeñas cantidades (5-6 veces al día), evitando alimentos grasos y copiosos. Evite a su vez bebidas irritantes como alcohol y café. Asegúrese de mantener una buena higiene del sueño y descanse si se nota falto de energía. Consulte a su médico para recomendaciones específicas según el tipo de tratamiento.

4. ¿Cuál es el  pronóstico?

El pronóstico del cáncer renal depende fundamentalmente de su tamaño y de la diseminación a distancia (metástasis). Aquellos tumores confinados al órgano en cuestión cuentan con altas tasas de curación conseguida mediante la cirugía de la lesión, siendo por tanto el pronóstico excelente. El tamaño y la localización del tumor permitirán o no la conservación del riñón enfermo, ya que en lesiones pequeñas se podrá realizar una cirugía parcial. Otros factores que afectan al pronóstico grado de madurez celular (peor cuanto más inmaduras), el tipo histológico y la afectación de ganglios linfáticos, entre otros.

El pronóstico es peor cuando el cáncer cuando está diseminado a otros órganos (metástasis). No obstante, gracias a los progresos de la medicina y la Oncología, existe una amplia variedad de tratamientos y recursos que han conseguido aumentar la supervivencia y la calidad de vida de manera significativa. Entre ellos la aparición de la inmunoterapia ha conseguido mejoras importantes en la supervivencia de pacientes con enfermedad metastásica, minimizando además el número de efectos adversos.

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