compartir en facebook Compartir en Twitter compartir en Linkedin

Información para pacientes

Espondilitis anquilosante o anquilopoyética

Esta información ha sido elaborada por el grupo de Educación para la Salud de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Pretende que los pacientes conozcan mejor sus enfermedades.

logo SEMILogo Educación

¿En qué consiste la enfermedad?

Es una forma crónica de artritis. Afecta mayormente los huesos y las articulaciones en la base de la columna, donde ésta se conecta con la pelvis. Estas articulaciones resultan inflamadas e hinchadas. Con el tiempo, las vértebras afectadas se pueden unir. Es una enfermedad autoinmune reumática crónica con dolores y endurecimiento paulatino de las articulaciones de origen desconocido. Aparece entre los 20 y 40 años, y más en hombres. La espondilitis anquilosante es una enfermedad crónica. Su diagnóstico se puede retrasar entre uno y tres años.

¿Podría haberla evitado, y qué debo decir a familiares y amigos para que no la tengan?

Surge por daño de nuestro sistema inmunológico, su origen es desconocido y por ahora es inevitable.

Los genes parecen tener un rol. La mayoría de las personas con AS tienen un resultado positivo para el gen HLA-B27.

¿Qué debo hacer ahora para mejorarme?

Afecta a las articulaciones sacroilíacas y de la columna, causa dolor y rigidez y dificultando la movilidad. El dolor ha podido durar años, y progresa. En presencia de sus manifestaciones acudir al reumatólogo. El verificará la historia y exploración física, comprobando a la movilidad de la zona. Las pruebas serológicas son negativas, lo que puede retrasar su diagnóstico de uno a 3 años. Pueden ser de ayuda  las radiografías de la pelvis y de la columna vertebral. Al comienzo de la enfermedad, las imágenes son normales; después aparecen erosiones en los bordes óseos adyacentes a la articulación. En la columna vertebral se producen osificaciones de los ligamentos que unen las vértebras, lo cual le da un aspecto que se denomina en “caña de bambú”. El TAC o RMN no se realizan de manera rutinaria, pero pueden ser necesarias en caso de que la radiografía convencional no aporte datos suficientes para determinar si se trata de esta enfermedad, o bien porque demuestran la presencia de compresión nerviosa que puede dar lugar a síntomas neurológicos.

Luego le ofrecerá tratamiento.  Actualmente no existe ningún tratamiento que cure por completo la espondilitis anquilosante. El objetivo es mejorar la calidad de vida del paciente empleando fármacos y técnicas de rehabilitación para reducir la inflamación de las articulaciones, evitar que la columna se anquilose, mejorar la movilidad y suprimir el dolor.

Para el tratamiento de la espondilitis anquilosante se recurre a las siguientes opciones:

Antiinflamatorios, corticoides y sulfasalazina o metrotrexato. Se han incorporado  terapias biológicas o inmuno-moduladores con unos índices de eficacia muy elevados sobre todo en aquellos pacientes refractarios a otros tratamientos preliminares y con un grado de inflamación muy alto. A veces hay que acudir a la cirugía de cadera.

¿Cuál es su pronóstico?

En general, el pronóstico de la espondilitis anquilosante es bastante bueno; los pacientes no presentan síntomas gracias a los tratamientos biológicos. Aun así, la espondilitis genera un deterioro de la calidad de vida de aquellos no diagnosticados o diagnosticados tardíamente.

La enfermedad tiene peor pronóstico cuando comienza a edades más tempranas. Las mujeres suelen presentar mejor evolución que los varones.

 
Guardiaapp