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Información para pacientes

Glomerulonefritis

Esta información ha sido elaborada por el grupo de Educación para la Salud de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Pretende que los pacientes conozcan mejor sus enfermedades.

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1. ¿En qué consiste la enfermedad?

La glomerulonefritis, también llamada glomerulopatía o nefropatía glomerular, es una enfermedad del riñón que se produce por procesos en los que se afecta la estructura y función del glomérulo renal. El glomérulo es una red de vasos sanguíneos que se encargan de eliminar las sustancias de desecho y que pueden dañar nuestro organismo. Como consecuencia de este daño, se pueden lesionar otras estructuras del riñón, hasta el punto de poder perder totalmente la función del riñón.

Existen dos tipos de glomerulonefritis: PRIMARIAS, en las que el riñón es el único órgano afectado; y las SECUNDARIAS, que se producen como consecuencia de una enfermedad que ya padece la persona, por el consumo de ciertos fármacos o por infecciones.

Existen varios tipos de glomerulonefritis, pudiendo ser necesario realizar una biopsia  del riñón para diferenciarlas y poder elegir el tratamiento más adecuado.

Los síntomas que nos harán sospechar este tipo de enfermedad son:

  • Sangre en la orina (orina oscura, de color rojizo o café).
  • Orina espumosa debido al exceso de proteína en la orina.
  • Hinchazón (edema) de la cara, los ojos, los tobillos, los pies, las piernas o el abdomen.

Otros síntomas que pueden aparecer son:

  • Dolor abdominal
  • Sangre en el vómito o en las heces
  • Tos y dificultad respiratoria
  • Diarrea
  • Orinar excesivamente
  • Fiebre
  • Sensación de malestar general, fatiga y pérdida de apetito
  • Dolores articulares o musculares
  • Hemorragia nasal (sangrar por la nariz)

Los síntomas de la enfermedad renal crónica pueden aparecer con el tiempo e ir manifestándose poco a poco hasta fallar el riñón por completo. 

Por tanto, las pruebas a realizar para su diagnóstico según los síntomas son: análisis de orina, analítica de sangre y una biopsia renal para confirmar el diagnóstico y determinar el tipo de glomerulonefritis.

2. De aquí en adelante, ¿qué debo hacer para mejorarme o curarme?

Medidas generales:

  • Reposo
  • Dieta pobre en sal, restricción de líquidos si existen edemas (hinchazón)
  • Control de los factores de riesgo cardiovascular: tabaco, alcohol, obesidad, HTA. Importante realizar ejercicio físico (acorde a las posibilidades de cada uno).
  • Tratamiento de la HTA y colesterol con medicamentos

Tratamiento específico:

  • Medicamentos dirigidos a mejorar las glomerulonifritis  (inmunosupresores, corticoides, rituximab…). Estos son algunos de los nombres de los medicamentos que se dan de forma específica). 

En cualquier caso, su médico será quién le indique cuál es el mejor tratamiento a seguir en su caso, pues que no todas las glomerulonefritis tienen los mismos requerimientos.

3. ¿Qué podría haber hecho yo para no padecerla y/o qué debo comentar a mis familiares y amigos para que no la padezcan?

Existen muchos mecanismos que pueden conducir a una afectación del glomérulo renal y, con ello, a una glomerulonefritis. Algunas veces la causa es desconocida, otras se deben a enfermedades de origen inmune que ya padece el paciente y otras al consumo de algún medicamento que produce lesiones en el riñón. Por tanto, si eres una persona sana a la que se le diagnostica una glomerulonefritis, es posible que no se llegue a saber la causa o, de saberla, no hubiera sido predecible. 

Pero como en cualquier otra enfermedad, la mejor manera de prevenir o enlentecer la progresión es llevar una vida sana: dieta saludable, no fumar ni beber alcohol y hacer ejercicio físico.

4. ¿Cuál es el pronóstico (cómo puede evolucionar la enfermedad, si secura o no, si no se cura, pero se estabiliza, etc.)?

El pronóstico dependerá del tipo de glomerulonefritis (que en muchas ocasiones conoceremos gracias a la realización de la biopsia). La glomerulonefritis puede ser temporal y reversible, o puede empeorar y dar lugar a insuficiencia renal crónica, disminución de la función renal y/o enfermedad renal terminal (el riñón deja de funcionar correctamente).

En la mayoría de casos la evolución es favorable si se sigue correctamente el tratamiento, de manera que lo mejor que puede hacer para asegurarme un buen pronóstico es cumplir las recomendaciones e indicaciones dadas por su médico.

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