compartir en facebook Compartir en Twitter compartir en Linkedin

REVISTA DE PRENSA

Médicos internistas debaten sobre la necesidad o no de un ejercicio vocacional y reconocen la importancia de la formación en ética de los cuidados desde la universidad

Los médicos internistas consideran que es preciso recuperar y reivindicar la vocación médica para el ejercicio de una profesión que no siempre puede ser compensada con dinero; piden recibir formación de ética de los cuidados desde el grado de Medicina, en las universidades, donde ahora casi es inexistente, y los espacios, los derechos y el respeto que los médicos merecen por parte del Sistema Nacional de Salud (SNS), según algunas de las reflexiones del Dr. Antonio Blanco Portillo, coordinador del grupo de trabajo de Bioética y Profesionalismo de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), con motivo de la X Reunión de Bioética y Profesionalismo, que se celebró este 13 de junio en el Hospital Universitario La Princesa, de Madrid.

En la reunión se reflexionó sobre la vocación, un tema de máxima actualidad, tras la reciente noticia del pediatra de paliativos del País Vasco amonestado por dar atención fuera de horario a una niña en la fase final de vida. Existen numerosas definiciones de vocación, de reconocidos autores. "Vocación es el quehacer que hace al hombre coincidir consigo mismo. [...] quien es traidor a su vocación vive en falso; más que vivir, en realidad, muere, no de muerte biológica si no de muerte biográfica”, según el médico y filósofo Laín Entralgo, o “donde el negocio empieza, el decoro de la profesión acaba, cuánto diera yo porque el dinero no tuviera nada qué ver con la tarea profesional”, según el Dr. Ignacio Chávez. Menos de un siglo después, el grupo de Bioética y Profesionalismo de la SEMI reflexiona sobre si la crisis de vocación entre los profesionales actuales se relaciona con una crisis cultural que ha cambiado la idea del éxito, concebido como la satisfacción personal de cumplir objetivos vitales, por otro ideal del éxito, consistente en obtener objetivos con el dinero.

En un sistema profundamente rentista y eficientista, regido por el dinero y el poder, el término clásico de vocación choca frontalmente con el posmoderno de la retribución monetaria del tiempo invertido. Es decir, ¿hacemos o queremos hacer nuestro trabajo por amor al trabajo o por una mera compensación económica?”, dice el Dr. Blanco Portillo. “Cada vez son menos los profesionales que creen que la medicina es apostar por el cuidado de los enfermos, aunque eso pueda no estar pagado, y cada vez son más los discursos de "no nos pagan para esto. Suena duro, pero esa es la realidad de nuestra cultura: queremos profesionales que sepan servir, pero pareciera que cada vez son menos los que quieren servir realmente”, añade.

Frente a este cambio cultural, es crucial recuperar la vocación, como decía el fallecido Pepe Mújica, expresidente de Uruguay: "Algún día te mirarás al espejo y te preguntarás, ¿habré traicionado al niño que llevaba dentro?". Pues eso, ¿qué soñaba yo para querer ser médico que ahora todo lo convertí en ruinas? ¿Qué hizo de mí el mundo para que dejase de soñar? ¿Y qué he de hacer para recuperar a aquel niño que soñaba?”.

 

Formación en ética de los cuidados

Formar en ética de los cuidados desde los estudios de grado de Medicina, desde las Universidades, ha sido otra necesidad no cubierta en la formación médica, aunque sí en mayor medida en enfermería, que ha puesto sobre la mesa el grupo de trabajo de Bioética y Profesionalismo de SEMI. Actualmente, los médicos están teniendo que aprender esta ética de sus referentes personales y en másteres de posgrado.

La ética de los cuidados es una perspectiva de la ética que enfatiza valores como la empatía o la compasión. La mejor medicina imaginada nunca fue ajena a la compasión. Además, es una ética del pensamiento, pues la palabra “cuidar” viene del latín “cogitare”, que también significa “pensar”. ¿Invertimos tiempo en pensar en los demás? Esta ética no consiste tanto en portar soluciones a problemas, sino en entregar simplemente nuestro tiempo, pensamiento y presencia. Eso es cuidar”, precisa. Es básica en cualquier profesional sanitario y no solo se aplica a los cuidados paliativos”, dice el Dr. Blanco Portillo. "Curar a veces, aliviar a menudo, consolar siempre. Para las dos primeras nos servimos de la técnica, de la farmacopea. Para la última, de nuestra sensibilidad para captar la otredad, de nuestra capacidad de dar respuesta y de nuestra habilidad para hacerlo bien”, detalla. 

En la realidad “la ética de los cuidados se aplica “como se puede”, en un sistema sanitario que habla de humanizar la medicina, cuando el propio sistema la ha deshumanizado. Hay servicios de urgencias con una dotación inferior a la que precisa por la realidad de la presión asistencial. Ningún médico puede llevar 20 pacientes en una urgencia a la vez, pero esa es la realidad que se impone. Áreas de urgencias que tienen camas que se duplican sin siquiera tener un número propio. Hay aparcamientos que portan de más dignidad a los coches poniendo un número a cada plaza que hospitales que tienen camas sin número asignado; los médicos sufren sobrecarga asistencial. Y en estas condiciones reales que describo no se puede humanizar la medicina”, denuncia el Dr. Blanco Portillo.

Los protocolos es la domesticación de la atención clínica. Es convertir en rutina el acto clínico que, por definición, es individualizado. Es evidente que existen ciertas rutinas en el acto clínico y que su elaboración mejora el rendimiento del trabajo, al ser guías soportadas en la mejor evidencia, que optimizan tiempo y recursos. Pero el acto clínico no puede ser sometido a un protocolo. Si la medicina pudiese resumirse en un protocolo no necesitaríamos médicos y nuestro trabajo lo podrían haber hecho inteligencias artificiales (IA) y no es así”, dice el Dr. Blanco Portillo.

 

El papel del internista

El papel del internista es el resumen de todo lo que venimos hablando. Desde la SEMI siempre ha existido una preocupación de cómo explicar a la sociedad qué es un médico internista, de su visión holística, global, integral, hospitalista. Ser internista es ser médico. Ser médico es ser internista. Ser un buen médico en nada diferirá de lo que es ser internista. El internista viene a reivindicar el papel del médico en el cuidado del enfermo, que no debemos dar por hecho en estos tiempos de IA, en hacerlo con entrega, dedicación, sacrificio y, además, con inteligencia. En salir más tarde si es necesario, llevarse el trabajo a casa y cuidarlo (pensándolo) desde casa. El internista nunca piensa “esto no me compete y quiere lo mejor para el paciente, en todas sus esferas (social, espiritual, biológica) e integrando sus valores. El internista pasa la planta, la consulta, se sienta con el enfermo, comunica malas noticias. El internista, como el médico que nos imaginamos todos, no es ajeno en nada al paciente y menos aún a su sufrimiento”, dice el Dr. Blanco Portillo. 

Este papel del internista, y buen médico, no puede compensarse solo con dinero. “O creemos que existe la vocación y reivindicamos la vocación y desde ahí exigimos respeto a nuestra profesión, a nuestro trabajo y a nuestros pacientes, o nos convertiremos en unos mercenarios. Y al mercenario se le calla con dinero. Pero a la vocación no se la calla con dinero. A la conciencia profesional y el profesional que se yerguen sobre el pedestal de la vocación no se les calla con dinero. Se les calla ofreciendo espacios, derechos y respeto a su trabajo”, explica el Dr. Blanco.

Sobre la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI)

La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) integra a más de 8.350 médicos internistas de toda España. Entre sus objetivos prioritarios, se encuentran el de potenciar la investigación en este campo, así como aunar los esfuerzos de los distintos grupos de trabajo que conforman parte de la Sociedad. En la actualidad, son un total de 20 los grupos o subgrupos monográficos de patologías prevalentes o áreas de interés dentro de la Medicina Interna, especialidad médica que se define por la visión global del paciente y desempeña un papel central en la atención a los pacientes crónicos complejos. Para más información, visita www.fesemi.org y sigue su actualidad en Twitter, Facebook, LinkedIn e Instagram.

Para más información:

Óscar Veloso

Responsable de comunicación

Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI)

oscar.veloso@fesemi.org / 915197080 / 648163667

Montse Llamas

Agencia de Comunicación Ala Oeste

montse@alaoeste.com - 636820201

Sonia Joaniquet

Agencia de Comunicación Ala Oeste

sonia@alaoeste.com - 663848916

Guardiaapp