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SEMI

La Medicina Interna

La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) se fundó el día 8 de febrero de 1952 siendo miembros de la Junta fundadora el profesor D. Carlos Jiménez Díaz, el profesor D. Gregorio Marañón, el profesor D. Teófilo Hernando, el profesor D. Juan Andreu Urra y el profesor D. Manuel Bermejillo.

El Acta fundacional:

Acta fundacional SEMI

Todos los presidentes hasta el momento actual que ha tenido nuestra Sociedad y que con gran trabajo, esfuerzo y vocación han posicionado a la medicina interna en un lugar destacado:

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Y nuestra sociedad sigue en continuo crecimiento tanto en número de socios como de grupos de trabajo en diferentes campos de interés de los internistas y que generan una importante tarea investigadora y de formación.

 

La Medicina Interna….

En un reciente documento la UEMS (Unión Europea de Médicos Especialistas) define la medicina interna como “la disciplina medica básica responsable del cuidado del adulto con enfermedades complejas, tanto en el hospital como en la comunidad, con una visión centrada en el paciente, basada en la evidencia científica, y comprometida con los principios éticos y holísticos de la práctica médica.

Es una disciplina científica que crea y promueve conocimiento médico, métodos y habilidades clínicas, pero también analiza los hallazgos de otras especialidades médicas y las integra en sus propias estrategias para el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes que atiende”

¿Y que es un internista?

Como recogemos en nuestro libro Medicina Interna de Alto Valor, un internista es un médico formado en los fundamentos científicos de la medicina, que se especializa en la evaluación, diagnóstico y gestión de los problemas médicos generales, presentaciones atípicas, problemas múltiples, complicaciones complejas y enfermedades sistémicas y, además, debe tener la capacidad de tratar a los pacientes con urgencias médicas aún no seleccionadas. El internista, en su ejercicio, debe tener una perspectiva tanto ética como global, considerando conjuntamente los aspectos psicosociales y médicos, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de las personas que atiende. El internista, siempre que le sea posible, debe plantearse la atención global y continuada de sus pacientes.

El American College of Physicians dice que “los especialistas en Medicina Interna, aplican el conocimiento científico y su expertizaje clínico al diagnóstico, tratamiento y cuidados compasivos del adulto en el espectro que va desde la salud a la enfermedad compleja”

La Medicina Interna, además, ha ocupado una posición troncal en la evolución de las diferentes especialidades médicas, que se han ido desarrollando, e independizando, al ritmo de las innovaciones, en aras de obtener una mayor efectividad en sus respectivos campos de conocimiento.

El papel de la especialidad de Medicina Interna como garante de la atención integral en el entorno hospitalario, es decisivo para favorecer una atención sanitaria centrada en las necesidades globales de la persona, con ello se evita el riesgo de atomizar la medicina no haciendo de la tecnología el eje exclusivo de la atención hospitalaria.

En el contexto actual del envejecimiento y de la epidemia de las enfermedades crónicas es donde todos estos valores de la medicina interna y de los internistas se ponen en valor y se posiciona como una especialidad clave en la actual organización sanitaria.

En el momento actual, la función generalista, que es la única que puede aportar valor en la atención a dichas personas, está infravalorada en un mundo donde prima el brillo de la tecnología. Se debería potenciar una política de formación de médicos con visión global y capacidades psicosociales y médicas, es un gran momento para poner en valor al INTERNISTA.

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